SFC/EM Investigación

Si lo que buscas es ayuda con un tratamiento adecuado a ti, yo sin duda iría a la Dra. Ceacero.

En cuanto a lo del clima de Canarias, menos mal que es estable, porque yo a pesar de eso, tan pronto de muero de frio, como de calor, y a veces ambas cosas, tengo medio cuerpo congelado y el otro medio sudando.
Sin hacer nada, sin moverme del sofá, con una postura correcta e intentado seguir el hilo de la tele, que casi siempre me pierdo.

Por eso siempre digo que no creo que me vaya nunca de aquí. Aunque en la vida nunca se sabe lo que hay a la vuelta de la esquina. Es imprevisible.

Besos

No podría estar más de acuerdo con todo lo que habéis dicho, ni sentirme más identificada que con lo que he leído en este hilo.

El tema de la resignación me ha traído de cabeza desde que fui consciente de lo que tenía y de que debía auto-limitarme en los esfuerzos, cosa que sumaba a la propia limitación de la enfermedad. Yo que siempre he ido contracorriente, que nunca he soportado que me impusieran límites...que ironía. Al principio, cómo todos supongo, me negaba y pensaba que echándole fuerza de voluntad estaba ganando terreno...nada más lejos de la realidad.

Entender que cierta resignación (no me gusta esa palabra, prefiero la aceptación) es necesaria, es un proceso complejo que debemos trabajar. Y la palabra clave la aprendí en este foro: Dosificación.

En el tiempo que he estado mejor, tenía mucha más energía y me recuperaba antes de los esfuerzos, pero aún así he tratado de mantener esa premisa de dosificar conscientemente toda mi energía; aunque claro está, la mente se acostumbra a lo bueno instintivamente y a veces me encontraba haciendo mil cosas sin darme cuenta. Al revés es muchísimo más complicado, porque es más un trabajo mental.

El clima es de las cosas que más me afectan, los cambios bruscos me dejan K.A.O. El calor me agota y me marea, el frío me pone el cuerpo malo y llegan más dolores. Y vivo en Sevilla, dónde alcanzamos los 42º grados en verano y los inviernos no son tan agradables cómo se pudiera pensar.

Hay una GRAN diferencia entre aceptación y resignación: las ganas de seguir luchando.

La aceptación y la adaptación consiguiente son necesarias para nuestra supervivencia. Es aquello que técnicamente se llama Resiliencia. Reconocer que estás enfermo, que esa enfermedad te limita y adaptar tu vida a ello. En cualquier enfermedad crónica, es imprescindible.

La resignación es la rendición, darse por vencido. De eso, no veo ni un ápice en este foro. Todos seguimos buscando, estudiando, valorando, probando... De eso se trata.

"Vincit qui se vinci", dice mi firma... Vence el que se vence a sí mismo. Aceptar las limitaciones de la enfermedad y adaptarse a ellas nos proporciona un mínimo de energía, que necesitamos para seguir luchando. En ello estamos.

elipoarch escribió:Hay una GRAN diferencia entre aceptación y resignación: las ganas de seguir luchando.

LLevas TODA la razón