Re: Reivindicando el cannabis
Publicado: 20 Feb 2016, 11:20
Gracias Naya.
Resulta que la industria farmaceutica esta intentado sacar tajada creando analogos sinteticos.Yo desconocia eso.Esa panda de buitres allí donde ve que puede hacer dinero allá que va.
MARIHUANA Y MEDICAMENTOS: CESAMET®, MARINOL®, SATIVEX®
Marihuana medicinal
Sabemos que el cannabis es utilizado como remedio natural desde hace varios milenios. Hoy en día, investigaciones científicas corroboran dicha sabiduría y la amplían.
El cannabis como medicina es considerado como un paliativo para los síntomas de enfermedades como la Fibromialgia, enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, glaucoma, consecuencias de tratamientos oncológicos, para tratar algún tipo de dolor crónico, para algunas enfermedades autoinmunes, etc.
Las farmacéuticas ya hace unos años que tratan de estandarizar los principios activos de la planta del cannabis tanto en su formulación, como en su composición, como en su dosis. Esos caminos han llevado a la comercialización de tres medicamentos: Cesamet® (nabilona) y Marinol® (dronabinol) y Sativex®.
CESAMET® (nabilona)
Envase y comprimidos de Cesamet.
Envase y comprimidos de Cesamet.
Cesamet®, nombre por el que se distribuye la nabilona, un análogo sintético del THC, que no es lo mismo que el cannabis sintético, es decir con la misma estructura para ser identificada por los receptores pero con algunos cambios en su composición.
La nabilona salió al mercado a mediados de la década de los ochenta en Estados Unidos y fue retirada a finales de la misma, en aquella época se utilizaba como antiemético, para paliar síntomas como las náuseas y los vómitos consecuentes de tratamientos oncológicos.
Valeant Pharmaceuticals International, con sede en California, compró la patente en 2004 y lo sacó al mercado bajo el nombre de Cesamet® a mediados de la pasada década, también con las mismas indicaciones se comercializó en Canadá, Australia, Reino Unido e Irlanda, extendiéndose después a otros países, aunque no como medicamento de primera elección. Cesamet® se presenta en frasco de 20 cápsulas con 0’5mg o 1mg de nabilona.
MARINOL® (dronabinol)
Envase y frasco de Marinol
Envase y frasco de Marinol.
Hay otro análogo sintético del THC llamado dronabinol, tiene la apariencia de un aceite marrón y se administra en cápsulas de glicerina de 2’5, 5 y 10mg.
Está comercializado bajo el nombre de Marinol® en Estados Unidos, Canadá, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda. Tiene la misma indicación que Cesamet® y además se utiliza para paliar los síntomas del síndrome de anorexia/caquexia en pacientes con VIH o cáncer terminal.
Cabe decir que los cannabinoides sintéticos han mostrado efectos secundarios por no ser administrados con sus antagonistas, como el CBD y otros, para el THC en la planta, que sirven para contrarrestar algunos efectos, por ello las farmacéuticas decidieron emprender la vía de extracciones directas de la planta contemplando la importancia del abanico de cannabinoides.
SATIVEX®
Envase y frasco de Sativex.
Envase y frasco de Sativex.
A diferencia de los dos medicamentos anteriores Sativex® no es un cannabinoide sintético, sino que es un extracto de un fenotipo seleccionado y clonado con una cantidad de cannabinoides conocida, estandarizada y homogénea que, básicamente, contiene delta-9-tetrahidro-cannabinol (THC) y canabidiol (CBD).
Una dosis de 0,1 ml contiene 2,7 mg de THC, 2,6 mg de CBD y 5% de otros derivados del cannabis. Se administra pulverizado por vía sublingual, se comercializa en frascos de 5,5ml con 51 pulverizaciones. Está indicado, por el momento, en pacientes con esclerosis múltiple y para tratar el dolor en pacientes con cáncer. Fue patentado por el laboratorio británico GW Pharmaceuticals a principios de la pasada década y comercializado por Bayer y Laboratorios Almirall, este último está realizando una prueba piloto en Cataluña.
Podemos observar que este tipo de tratamientos con derivados sintéticos cannábicos tienen un limitado uso dentro de la escena del cannabis medicinal. Muchos consumidores terapéuticos mantienen la firme postura de utilizar exclusivamente la planta.
Para ellos, el cannabis sigue siendo la mejor forma para tratar sus dolencias. Su actitud es una punta de lanza contra el interés avaro de las grandes farmacéuticas para aprovecharse del emergente mundo del cannabis medicinal y de su gran potencial económico.
Resulta que la industria farmaceutica esta intentado sacar tajada creando analogos sinteticos.Yo desconocia eso.Esa panda de buitres allí donde ve que puede hacer dinero allá que va.
MARIHUANA Y MEDICAMENTOS: CESAMET®, MARINOL®, SATIVEX®
Marihuana medicinal
Sabemos que el cannabis es utilizado como remedio natural desde hace varios milenios. Hoy en día, investigaciones científicas corroboran dicha sabiduría y la amplían.
El cannabis como medicina es considerado como un paliativo para los síntomas de enfermedades como la Fibromialgia, enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, glaucoma, consecuencias de tratamientos oncológicos, para tratar algún tipo de dolor crónico, para algunas enfermedades autoinmunes, etc.
Las farmacéuticas ya hace unos años que tratan de estandarizar los principios activos de la planta del cannabis tanto en su formulación, como en su composición, como en su dosis. Esos caminos han llevado a la comercialización de tres medicamentos: Cesamet® (nabilona) y Marinol® (dronabinol) y Sativex®.
CESAMET® (nabilona)
Envase y comprimidos de Cesamet.
Envase y comprimidos de Cesamet.
Cesamet®, nombre por el que se distribuye la nabilona, un análogo sintético del THC, que no es lo mismo que el cannabis sintético, es decir con la misma estructura para ser identificada por los receptores pero con algunos cambios en su composición.
La nabilona salió al mercado a mediados de la década de los ochenta en Estados Unidos y fue retirada a finales de la misma, en aquella época se utilizaba como antiemético, para paliar síntomas como las náuseas y los vómitos consecuentes de tratamientos oncológicos.
Valeant Pharmaceuticals International, con sede en California, compró la patente en 2004 y lo sacó al mercado bajo el nombre de Cesamet® a mediados de la pasada década, también con las mismas indicaciones se comercializó en Canadá, Australia, Reino Unido e Irlanda, extendiéndose después a otros países, aunque no como medicamento de primera elección. Cesamet® se presenta en frasco de 20 cápsulas con 0’5mg o 1mg de nabilona.
MARINOL® (dronabinol)
Envase y frasco de Marinol
Envase y frasco de Marinol.
Hay otro análogo sintético del THC llamado dronabinol, tiene la apariencia de un aceite marrón y se administra en cápsulas de glicerina de 2’5, 5 y 10mg.
Está comercializado bajo el nombre de Marinol® en Estados Unidos, Canadá, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda. Tiene la misma indicación que Cesamet® y además se utiliza para paliar los síntomas del síndrome de anorexia/caquexia en pacientes con VIH o cáncer terminal.
Cabe decir que los cannabinoides sintéticos han mostrado efectos secundarios por no ser administrados con sus antagonistas, como el CBD y otros, para el THC en la planta, que sirven para contrarrestar algunos efectos, por ello las farmacéuticas decidieron emprender la vía de extracciones directas de la planta contemplando la importancia del abanico de cannabinoides.
SATIVEX®
Envase y frasco de Sativex.
Envase y frasco de Sativex.
A diferencia de los dos medicamentos anteriores Sativex® no es un cannabinoide sintético, sino que es un extracto de un fenotipo seleccionado y clonado con una cantidad de cannabinoides conocida, estandarizada y homogénea que, básicamente, contiene delta-9-tetrahidro-cannabinol (THC) y canabidiol (CBD).
Una dosis de 0,1 ml contiene 2,7 mg de THC, 2,6 mg de CBD y 5% de otros derivados del cannabis. Se administra pulverizado por vía sublingual, se comercializa en frascos de 5,5ml con 51 pulverizaciones. Está indicado, por el momento, en pacientes con esclerosis múltiple y para tratar el dolor en pacientes con cáncer. Fue patentado por el laboratorio británico GW Pharmaceuticals a principios de la pasada década y comercializado por Bayer y Laboratorios Almirall, este último está realizando una prueba piloto en Cataluña.
Podemos observar que este tipo de tratamientos con derivados sintéticos cannábicos tienen un limitado uso dentro de la escena del cannabis medicinal. Muchos consumidores terapéuticos mantienen la firme postura de utilizar exclusivamente la planta.
Para ellos, el cannabis sigue siendo la mejor forma para tratar sus dolencias. Su actitud es una punta de lanza contra el interés avaro de las grandes farmacéuticas para aprovecharse del emergente mundo del cannabis medicinal y de su gran potencial económico.