Pues que tengas suerte,
joseto. Como ves, en este asunto, todos patinan, médicos de larga trayectoria incluídos.
Lo que sigue no va dirigido a ti, sino a
Eli y a
Arsaytoma, es decir, lo escribo con todo el respeto que debo, a
Eli por ser administradora del foro, y más aún, porque personalmente respeto y tomo en cuenta su opinión. A
Arsaytoma, porque parto de la certeza que su interés es el mismo que el mío: aclarar lo posible en este complejo problema, y ayudar con consejos adecuados.
No sólo por el relato de
joseto, sino de otras personas que en estos últimos meses han entrado en el foro, y por qué no, los voy a nombrar:
Hanna, kaiset, raquel, marlom, santielche, toñito, Esteban... me dejo alguno... el mío propio, y por detalles aislados de otros miembros, me parece, y lo sostengo, que la sensibilidad a los olores es un arma de doble filo.
Os llevo siguiendo a todos con interés, no hay que decirlo porque está claro que ha sido así, interviniendo y preguntando. No he hecho preguntas que obviamente, pertenecen a terrenos de lo privado y no puedo plantear sin preámbulos.
No saco conclusiones de ninguna clase, tan sólo confirmo lo que ya pensaba: a partir de varios inicios
todos hemos caído en un estado parecido, o al menos con síntomas similares. Unos por un claro exceso de exigencias, pero no todos.
Sacar de ahí una conclusión... lo siento, pero es más imprudente aún que el sentido que
Arsaytoma ha dado a mi frase, que no era el que ella ha interpretado. Es más imprudente por cuanto implica una conclusión generalizable, y no una recomendación puntual.
Si lo escribo de esta forma quizá se entienda mejor:
Si alguien que entra solicitando consejo porque nota en exceso cierto estímulo, se le aconseja que tome ciertas medidas: usa un purificador, no uses productos químicos innecesarios, evita posibles tóxicos en la comida, no abuses de la medicación; siempre en la medida que pueda, porque si trabaja en una droguería., un lugar con atención al público, la construcción, decoración de interiores; si encima de estar enfermo, tiene que ir a trabajar por obligación, o sea, a base de pastillazos (conozco un par de personas que lo hacen así, y yo mismo lo he hecho durante años)... lo va a tener algo complicado... digo, si a alguien se le aconseja esto, y también, visitar un doctor que sepa de qué habla.
me parece muy bien.
Si se le dice "tienes SQM", o simplemente, "puedes tener SQM"... lo siento pero creo que, con la única excepción de Eli, es una imprudencia y una irresponsabilidad. Y no por lo que pueda encontrar en este foro, que, contradiciendo a Arsaytoma, me parece el más equilibrado y coherente que hay en la web, al menos, en español, sino por lo que va a hallar fuera de él.
No creo que haga falta que me ponga a detallar todas las... no sé qué palabra poner sin resultar hiriente.
Las afirmaciones sin fundamento que hay y los consejos criminales que se dan en algunos lugares que se supone que son informativos.
Quizá entiendas,
Arsaytoma, por qué aludí a la web de Ana Caballé que mencionaste, y no a las otras dos que circulan como acreditadas entre los afectados, y las voy a mencionar explícitamente, porque es necesario señalarlas; la de María José Moya y la de Eugènia Carbonell, ésta última, que aparece y desaparece como el Guadiana. Y las dos por motivos distintos.
Creo que de momento basta con esta parrafada. Por supuesto, soy lego en la materia pero no novato, y tampoco me considero irresponsable y menos aún, idiota. Esto lo digo para que quede claro que no comulgo con ruedas de molino, por mucho que el que las administre, exhiba un diploma tras su mesa de despacho.
De ser así, no estaría aquí en este foro metiendo candela. Haría años que estaría sirviendo de abono a la tierra.
Venga, un saludo, y reitero mi buena disposición pese a mi tono cáustico.
PS: he mencionado sólo la sensibilidad a los olores, pero se podría hablar de más síntomas. También es significativo que se dé tanta importancia al más inespecífico de todos, cuando por ejemplo, la fotofobia, sería mucho más útil a la hora de discernir y graduar los trastornos. Pero en fin... no soy médico, sólo un obrerillo de la construcción. Qué le vamos a hacer.