Reivindicando el cannabis
Publicado: 05 Ene 2016, 15:52
Hola chicos, hace años que no pasaba por aquí, aunque antes os leía mucho.
Por suerte pude dejar de preocuparme un tiempo por mi enfermedad (que es la misma que la vuestra, SFC, con el divertido añadido del dolor de la FM) al encontrar la gran ayuda que me ha supuesto durante ya 4 años el cannabis medicinal.
Me ha extrañado volver y ver que la mayoría de vosotros no conoce las bondades de esta, la primera planta cultivada por el ser humano, que no sólo aporta un alimento (su semilla) óptimo para la absorción de muchos de los nutrientes esenciales que nosotros necesitamos, sino que ayuda al propio cuerpo a regular algunas de las actividades que tenemos afectadas, como es la hipotalámica.
Los casos de pacientes que reportan mejoría con el uso de cannabis medicinal se pueden contar en el mundo por miles. Pretendo haceros en este primer post un pequeño resumen de qué síntomas y con qué tipo de administración se ven reducidos.
Me comprometo a ir añadiendo a este tema estudios contrastados que aunque muchos no hablan específicamente del SFC o la FM, podemos comprobar, los que estamos más al día de nuestra condición, que tienen relación y bastante sentido a la hora de ayudarnos.
Por ahora me dedicaré a hacer una descripción del tratamiento con cannabis, que está siendo estudiado en nuestro país por ONGs como ICEERs y en cuyo seguimiento de pacientes yo misma estoy participando.
El cannabis sativa, nombre científico de la planta comunmente referida como marihuana, ha constituido un medicamento contra muchos tipos de dolores y condiciones durante toda la historia de la humanidad. Su uso precede al de la escritura y sólo se descontinua a raiz de las convenciones sobre el opio, hace menos de un siglo, que sin presentar evidencias científicas de ningún tipo la tachan de carente de usos médicos y prohiben su elaboración y venta internacionalmente.
Actualmente se conoce, por los estudios del Doctor Ethan Russo, el sistema endocannabinoide, encargado de administrar los compuestos propios de nuestro cuerpo que son análogos a muchos de los del cannabis, siendo el nombre del compuesto propio del cuerpo la anandamida en contraposición al que administramos exógenamente desde la planta el THC, que se conoció antes.
Cuando un enfermo (o un usuario lúdico) se aproxima al cannabis debe tener en cuenta que de esta planta existen al menos 2 subespecies, bien diferenciadas, cada una con diferentes aplicaciones, ya que en el cannabis podemos encontrar alrededor de unos 200 principios activos, siendo los más importantes el THC, el CBD y el CBN, que en ambas subespecies están en una proporción muy distinta.
Así, por un lado podemos distinguir a la cannabis sativa sativa y por otro a la cannabis sativa índica, que a partir de ahora llamaremos símplemente índica y sativa para diferenciar.
En la actualidad, la industria del cannabis lúdico ha creado híbridos de todo tipo con diferentes concentraciones, pero como enferma (y siguiendo el testimonio de muchos enfermos de SFC y FM que se han unido a las mismas asociaciones cannábicas que yo) la diferenciación de los híbridos predominantemente índicos o predominantemente sativos ha sido clave. Sobre todo porque en nuestro país es complicado conseguir sativas 100%.
La principal diferencia entre las sativas y las índicas se aprecia antes en lo subjetivo que si me pongo a explicaros cómo la falta de CBN y la mayor proporción de THC en las primeras actúan en el sistema. (Pero os lo pienso explicar, sólo dadme tiempo, ya sabéis cómo es la concentración, que va y que viene y que por el camino te estrangula las sienes)
Las sativas son la variedad "excitante" que produce euforia en la mayoría de los mortales y que en la sintomatología de la fatiga crónica es capaz de aliviar esa fatiga, dar un "boost" de energía, algo que me ha salvado la vida (activa) muchas veces, permitiendo seguir una actividad, salir a la calle, empezar una tarea...
Por el contrario las índicas son una variedad relajante, que algunos llaman casi narcótica, (sobre todo en el caso del hachís, en el que se acumula el CBN, la molécula que provoca somnolencia) y tienen una gran función en nuestros casos para ayudar a la regulación del sueño y a alcanzar las fases NREM de sueño profundo. Así como ser uno de los mejores alivios del dolor crónico, más para los afectados de FM, que a diferencia de los opiaceos no crea adicción ni libera histaminas.
En ambas variedades, aunque más en las índicas que las sativas, podemos encontrar CBD, una molécula que actualmente se usa en casos de niños con epilepsia refractaria y que ayuda a la neuroprotección además de crear mielina, que corregidme si me equivoco pero creo recordar haber leído que en nuestros casos se desgasta bastante.
Así mismo también me gustaría comentaros que existen estudios recientes sobre el papel del sistema endocannabinoide en la regulación del glutamato, que no he podido abarcar en profundidad pero que pronto os traeré y supongo que más de uno de vosotros será capaz de analizar mejor que yo.
Esto son sólo unas pocas de las propiedades del cannabis, en concreto las que yo más he apreciado. Pienso desarrollar este tema con estudios, seguimientos de pacientes e instrucciones para el uso seguro y eficaz de los pacientes.
Llevo 4 años usando e informándome sobre cannabis medicinal en asociaciones de todo tipo y con la ayuda de varios doctores expertos en este tema. Debo comentaros también que algunos de los expertos internacionales empiezan a hablar de la Fibromialgia (que no del SFC) como déficit endocannabinoide junto con otras enfermedades como la Esclerosis Múltiple.
Espero que os guste esta pequeña introducción y sé que con estos temas se polemiza mucho, pero si evitáis la mentalidad del prohibicionismo (que ya se está superando en muchos países y este año tras la UNGASS2016 seguro que se supera globalmente) podréis encontrar la gran utilidad y la baja toxicidad de esta gran planta.
Un saludo y espero actualizar pronto si el cuello y la cabeza me dan un respiro
Por suerte pude dejar de preocuparme un tiempo por mi enfermedad (que es la misma que la vuestra, SFC, con el divertido añadido del dolor de la FM) al encontrar la gran ayuda que me ha supuesto durante ya 4 años el cannabis medicinal.
Me ha extrañado volver y ver que la mayoría de vosotros no conoce las bondades de esta, la primera planta cultivada por el ser humano, que no sólo aporta un alimento (su semilla) óptimo para la absorción de muchos de los nutrientes esenciales que nosotros necesitamos, sino que ayuda al propio cuerpo a regular algunas de las actividades que tenemos afectadas, como es la hipotalámica.
Los casos de pacientes que reportan mejoría con el uso de cannabis medicinal se pueden contar en el mundo por miles. Pretendo haceros en este primer post un pequeño resumen de qué síntomas y con qué tipo de administración se ven reducidos.
Me comprometo a ir añadiendo a este tema estudios contrastados que aunque muchos no hablan específicamente del SFC o la FM, podemos comprobar, los que estamos más al día de nuestra condición, que tienen relación y bastante sentido a la hora de ayudarnos.
Por ahora me dedicaré a hacer una descripción del tratamiento con cannabis, que está siendo estudiado en nuestro país por ONGs como ICEERs y en cuyo seguimiento de pacientes yo misma estoy participando.
El cannabis sativa, nombre científico de la planta comunmente referida como marihuana, ha constituido un medicamento contra muchos tipos de dolores y condiciones durante toda la historia de la humanidad. Su uso precede al de la escritura y sólo se descontinua a raiz de las convenciones sobre el opio, hace menos de un siglo, que sin presentar evidencias científicas de ningún tipo la tachan de carente de usos médicos y prohiben su elaboración y venta internacionalmente.
Actualmente se conoce, por los estudios del Doctor Ethan Russo, el sistema endocannabinoide, encargado de administrar los compuestos propios de nuestro cuerpo que son análogos a muchos de los del cannabis, siendo el nombre del compuesto propio del cuerpo la anandamida en contraposición al que administramos exógenamente desde la planta el THC, que se conoció antes.
Cuando un enfermo (o un usuario lúdico) se aproxima al cannabis debe tener en cuenta que de esta planta existen al menos 2 subespecies, bien diferenciadas, cada una con diferentes aplicaciones, ya que en el cannabis podemos encontrar alrededor de unos 200 principios activos, siendo los más importantes el THC, el CBD y el CBN, que en ambas subespecies están en una proporción muy distinta.
Así, por un lado podemos distinguir a la cannabis sativa sativa y por otro a la cannabis sativa índica, que a partir de ahora llamaremos símplemente índica y sativa para diferenciar.
En la actualidad, la industria del cannabis lúdico ha creado híbridos de todo tipo con diferentes concentraciones, pero como enferma (y siguiendo el testimonio de muchos enfermos de SFC y FM que se han unido a las mismas asociaciones cannábicas que yo) la diferenciación de los híbridos predominantemente índicos o predominantemente sativos ha sido clave. Sobre todo porque en nuestro país es complicado conseguir sativas 100%.
La principal diferencia entre las sativas y las índicas se aprecia antes en lo subjetivo que si me pongo a explicaros cómo la falta de CBN y la mayor proporción de THC en las primeras actúan en el sistema. (Pero os lo pienso explicar, sólo dadme tiempo, ya sabéis cómo es la concentración, que va y que viene y que por el camino te estrangula las sienes)
Las sativas son la variedad "excitante" que produce euforia en la mayoría de los mortales y que en la sintomatología de la fatiga crónica es capaz de aliviar esa fatiga, dar un "boost" de energía, algo que me ha salvado la vida (activa) muchas veces, permitiendo seguir una actividad, salir a la calle, empezar una tarea...
Por el contrario las índicas son una variedad relajante, que algunos llaman casi narcótica, (sobre todo en el caso del hachís, en el que se acumula el CBN, la molécula que provoca somnolencia) y tienen una gran función en nuestros casos para ayudar a la regulación del sueño y a alcanzar las fases NREM de sueño profundo. Así como ser uno de los mejores alivios del dolor crónico, más para los afectados de FM, que a diferencia de los opiaceos no crea adicción ni libera histaminas.
En ambas variedades, aunque más en las índicas que las sativas, podemos encontrar CBD, una molécula que actualmente se usa en casos de niños con epilepsia refractaria y que ayuda a la neuroprotección además de crear mielina, que corregidme si me equivoco pero creo recordar haber leído que en nuestros casos se desgasta bastante.
Así mismo también me gustaría comentaros que existen estudios recientes sobre el papel del sistema endocannabinoide en la regulación del glutamato, que no he podido abarcar en profundidad pero que pronto os traeré y supongo que más de uno de vosotros será capaz de analizar mejor que yo.
Esto son sólo unas pocas de las propiedades del cannabis, en concreto las que yo más he apreciado. Pienso desarrollar este tema con estudios, seguimientos de pacientes e instrucciones para el uso seguro y eficaz de los pacientes.
Llevo 4 años usando e informándome sobre cannabis medicinal en asociaciones de todo tipo y con la ayuda de varios doctores expertos en este tema. Debo comentaros también que algunos de los expertos internacionales empiezan a hablar de la Fibromialgia (que no del SFC) como déficit endocannabinoide junto con otras enfermedades como la Esclerosis Múltiple.
Espero que os guste esta pequeña introducción y sé que con estos temas se polemiza mucho, pero si evitáis la mentalidad del prohibicionismo (que ya se está superando en muchos países y este año tras la UNGASS2016 seguro que se supera globalmente) podréis encontrar la gran utilidad y la baja toxicidad de esta gran planta.
Un saludo y espero actualizar pronto si el cuello y la cabeza me dan un respiro