Bueno, pues por fin me había decidido meterme de lleno a investigar esto del lyme crónico, para decidir si tratarme o no, teniendo en cuenta los escasos casos de curación que existen en el caso de enfermos de larga duración. Así que después de leer los casos que en este foro han comentado, empecé a documentarme leyendo este libro que se recomienda que está en español. El libro consta de varios capítulos, cada uno de los cuales expone las estrategias de curación de diferentes especialistas en la enfermedad de lyme. Dejando a un lado que la traducción es pésima, el libro es duro de leer y no he podido terminarlo pues es una tomadura de pelo. Para empezar, todos los “especialistas” son homeópatas. Aunque sé que muchos creéis en la homeopatía, mi formación como científica y mi sentido común me impiden hacerlo.
Voy a transcribir un párrafo del capítulo de W. Lee Cowden (sí, el del protocolo Cowden):
“…
Realizo estrategias de desintoxicación tanto generales como específicas en mis pacientes. Una de las estrategias específicas se llama LED o Desintoxicación Energética por Láser. Para ello, en primer lugar, hago una evaluación energética del paciente con el fin de descubrir qué toxinas parecen ser las causantes de sus problemas. Luego preparo un remedio líquido incoloro en un vial de cristal transparente que contiene las diluciones homeopáticas de homaccord de las sustancias tóxicas que están representadas en el cuerpo de ese paciente determinado ( ). Posteriormente, cojo ese vial de cristal transparente con toxinas homeopáticas y lo coloco enfrente de un puntero láser, alumbro con el láser a través del vial de cristal y sobre el paciente, lo cual tiene el efecto de transportar la energía del remedio homeopático al interior del cuerpo del paciente”.
La magufada del Dr. Cowden sigue, pero creo que con este párrafo es suficiente.
Debido a mis escasos o nulos conocimientos en el campo de la medicina, hay cosas que se exponen que no puedo juzgar desde un punto de vista científico, y me la pueden colar, aunque mi sentido común me diga que suena raro. Pero como Química de formación, me ha impactado este párrafo dentro del tratamiento recomendado por otro de los especialistas del libro acerca de la ozonoterapia:
“…
El ozono es un agente oxidante gaseoso de poder oxidante que puede transferir electrones a un sustrato, debido a su volatilidad. Esto significa que puede neutralizar los efectos deletéreos de las espiroquetas y las neurotoxinas sobre el cuerpo. […] El ozono se oxida y por esta razón neutraliza los sustratos tales como neurotoxinas, mientras reduce el daño de los radicales libres causado por la infección crónica”.
Vaya lío que tiene con el ozono. Su volatilidad no tiene nada que ver con su carácter oxidante. Por definición, en una reacción redox, el oxidante capta electrones del reductor; el ozono, por tanto, no actúa cediendo electrones, pues en ese caso sería un reductor. En qué quedamos, ¿el ozono es un oxidante o el ozono se oxida?
Otro habla de un tratamiento irradiando biofotones,..
. En fin, magufadas de todos los colores y para todos los gustos.