Problemas de interacción social
Publicado: 20 Jun 2019, 13:48
Supongo que a todos os pasará en mayor o menor medida. Os expongo una situación especial que vivo y que estos problemas supongo que están influyendo mucho en mi situación, espero no resultar muy pesado. A ver si alguien pudiera aconsejarme... si hubiera psicóloga/o en el foro sería genial .
Lo mejor creo que será leerlo como si fuera un relato corto, si alguien lo lee.
Haré algunas subdivisiones para que sea más fácil leerlo.
I.
Yo vivo solo, no tengo ayuda de nadie y me tengo que apañar con todo yo solo como puedo. La enfermedad ha alejado a la gente de mí y me ha alejado a mí de la gente. Casi siempre prefiero estar solo, pero estar tantísimo tiempo sólo sé que no me viene bien. De hecho, me suelo sentir muy solo. Eso me pasa ahora aunque también me solía pasar cuando tenía más interacción social.
Actualmente me relaciono algo con 3 - 4 amigos y con mi familia (relación mínima).
De esos amigos, una chica que me ha animado a quedar con frecuencia en estos últimos años, pero yo me he alejado de ella porque me resultaba un esfuerzo grande quedar. Ella sabe poco de mi enfermedad. En tiempos le comenté que tengo fibromialgia y síndrome de fatiga crónica y le hablé algo, un poco de pasada, de los síntomas principales, pero dudo mucho que se haga una idea. La impresión mía es que creo que piensa que los síntomas se pueden manejar bien y que no es algo crónico. Es un encanto de chica pero no me suele apetecer quedar con ella.
Otro amigo es un poco negativo y siempre ha tenido problemas para escucharme en relación a mis problemas de salud. Lo considero muy buena persona a pesar de que cuando le hablaba de estos temas me solía cortar, cambiaba de conversación o incluso empezaba a marcharse. Yo lo veo como algo superior a sus fuerzas porque no lo soporta. Con el tiempo ha empezado a hacer esfuerzos por escucharme, aunque yo perdí un poco de confianza y como sé que lo pasa mal, procuro no sacar mucho el tema con él. Fuera de eso, siempre está dispuesto a ayudarme en cualquier cosa que puede e incluso me regala cosas que tiene y él no usa si ve que me hace falta. A este lo veo una vez cada mes - 2 meses aproximadamente. Normalmente me anima un poco su compañía, aunque a veces, con su negatividad, me he quedado peor.
Ahora vienen los otros 2, que son las dos relaciones más especiales que he tenido en los últimos años.
II.
Una chica, amiga de la anterior, que conocí a ambas en un curso hace unos 6 - 7 años. Mantuvimos la relación hasta que un año después tuve un fuerte brote y empezó también mi aislamiento. Esta me gustaba, mucho. Mi baja autoestima y timidez me impidió intentar algo con ella, pues parecía que yo también le gustaba. Un día se torcieron las cosas un poco. Por no alargar el tema diré que hubo un cambio en ella hacia mí. Creo que esperó algo de mi parte y como yo no hice nada se molestó y dejó de ser tan cariñosa y atenta conmigo. Yo, viendo que se alejaba, le acabé comentando que me gustaba, pero ya no tenía ninguna esperanza de conseguir nada. Así fue, pero eso hizo que de nuevo volviese a ser como antes conmigo. Eso sí, dejándome muy claro que no estaba interesada en mí.
Hubo un día, sin embargo, que me pareció que volvía (si es que alguna vez hubo esto) a interesarse en mí. Yo no supe qué hacer y lo dejé pasar, en base a las veces que me dijo que no estaba interesada en mí en ese sentido.
Luego tuve el brote. Me alejé de ella y de todos (excepto el chico que comentaré luego).
Al cabo de unos 4 años, ligeramente mejor, le volví a contactar. Empezamos a quedar. Ella estaba mal por una relación que tenía y veía que no la llevaba a ningún lado. Yo pensaba que lo que sentía por ella se me había pasado pero fue verla el primer día y vi que no. Quizá ahí debí cortar y no volver a quedar, pero volvimos a hacerlo. Siempre como amigos.
Al poco tiempo ella cortó con el novio. A partir de ahí estábamos siempre juntos. Nos dimos cuenta de que teníamos muchas, pero muchísimas cosas en común. Llegué a pensar que si yo hubiera sido mujer habría sido ella
La gente pensaba que éramos pareja. Y de hecho ella empezó a ser muy cariñosa conmigo y a hacer y decir cosas que me hicieron pensar que estaba empezando a sentir algo por mí. Intenté buscar las razones por las que eso podía no ser así pero no las encontraba. Entonces pensé que debía contarle más de lo mío. Para que os hagáis una idea, cuando quedábamos a tomar algo, ella se sentaba siempre colocando su silla junto a mí, pegada a mí. A partir del momento en que le conté el asunto se separó y a partir de ahí siempre ponía un banco entre medias de los dos con la excusa de poner ahí el bolso. Este es uno de los cambios que ví.
No obstante, a parte de eso, me comenzó a mostrar una amistad enorme. De hecho puedo decir que a lo largo de un año es la mejor amistad que he tenido nunca. Pero lo pasaba mal. Ella me daba muchísimo, me aportaba un extra de energía que tanto necesito, aportaba mucho humor a mi vida y me hacía feliz. Después de varios años en que incluso llegué a pensar seriamente en el suicidio, no estaba nada mal eso. Pero lo pasaba mal cuando ella se fijaba interesada en alguno. O cuando yo sospechaba que estaba intentando una relación con alguno. A veces era muy claro para mí esto.
Todo ello me hacía pensar si realmente me merecía la pena esta relación. Me daba mucho, pero también me hacía sentir triste por no poder tener lo que quería y ver que ella buscaba a otros. Creo que aguanté sopesando los pros y los contras. Es decir, me aportaba más positivo que negativo.
III.
Luego, tuve otro brote fuerte en el octubre pasado. Eso me ha dejado muy débil pero seguimos quedando, aunque menos, ya que yo no estaba para darme los paseos que me daba antes con ella. Si, en cambio, quedábamos para tomar café y para tomar algo por la noche los fines de semana y días de fiesta.
En diciembre empecé a sospechar que lo estaba intentando con alguien. Desde enero no hemos vuelto a quedar nada más que en dos ocasiones. Han ocurrido cosas que han influido, pero creo que lo que ha marcado el alejamiento ha sido una relación. Ha influido obviamente mi brote y ha influido una enfermedad repentina de su madre que acabó falleciendo. El contacto por whatsapp lo seguimos manteniendo todo el año hasta un tiempo después del fallecimiento de su madre. Yo me esforcé en mantener el contacto aunque ella ya se estaba alejando, pero no sabía si se alejaba por la relación esa o por la tristeza de la falta de su madre (ella era hija única y su padre falleció hace unos años), así que intenté mostrarle que estaba ahí por si me necesitaba. Viendo que no tenía tiempo de quedar conmigo cuando intenté quedar, y que ya pasó un tiempo de duelo, unos 3 meses o así, y que parecía estar mejor, decidí dejar de intentar mantener el contacto. Por whatsapp, ya digo. Y a partir de ahí el contacto se acabó. Muy pocas veces nos hemos vuelto a contactar.
Y ayer la ví. Fui a un parque a dar un paseo. Me senté a descansar y cuando me levanté para volver a casa vi que ella venía hacia mí. Me había visto y aunque no estaba segura de que era yo decidió venir a verme para asegurarse. Me acompañó a casa y quedamos en quedar algunas tardes a tomar algo.
Supongo que eso probablemente no ocurra, pero puede que sí. Yo le comenté como estaba actualmente y creo que se sorprendió de que esté tan mal. Hoy incluso ha vuelto a contactarme por whatsapp para darme los buenos días, cosa que antes hacía a diario y dejó de hacerlo.
El asunto es: ella me da extra de energía y me hace feliz, pero sobre todo ahora que no puedo tener una relación habitual con ella, luego la echo mucho de menos. No he dejado de hacerlo en este tiempo, pero pienso que el verla es peor. Me hará feliz un rato pero luego me aportará más tristeza por no poder estar con ella más a menudo.
Por otro lado, ayer, de vuelta a casa, tuve que sentarme un ratito más a descansar. En ese momento la llamaron por teléfono. Ella es una persona que, al menos conmigo, nunca cogía el teléfono a menos que fuera importante. En esta ocasión se notaba que no era importante. Se alejó para hablar y se notaba conversación distendida con sonrisas y tranquilidad. Yo no oía lo que decía pero veía que no había prisas por cortar. Siempre la tuvo las pocas veces que cogió el teléfono estando conmigo. Sospecho que pudo ser esa posible relación que creo que tiene. Puede que no lo sea. En todo caso me entristeció un poco pensar que podía ser así.
Después de casi 15 minutos decidí irme. Estaba ya cerca de casa y ella había quedado pronto, y como sólo me iba a acompañar hasta casa, vi la excusa perfecta para despedirme. Me gustó mucho verla y estar con ella pero estaba deseando estar en casa. Casi siempre que salgo estoy deseando volver a casa, esté con quien sea que esté. En este caso, deseaba más estar en casa porque ella no me prestaba atención debido a la llamada, y porque no tenía claro si quería estar con ella, por el dolor que supone después. Así que me levanté, me despedí y me fui. Enseguida ella me llamó la atención. Venía detrás mía porque quería acompañarme. Y quedamos en que me avisaría para quedar una tarde a tomar algo.
Mi gran preocupación es: Estoy muy muy solo y así es como me siento. No tengo relación habitual más que con una persona, de la que hablaré luego, una vez por semana aproximadamente, y no es una relación ideal ni mucho menos, aunque algo es algo.
Mi relación con esta chica que tanto me gusta es por un lado muy reconfortante porque me da un extra de energía, me hace reir, me aporta algo de felicidad y me aporta compañía. Compañía, algo que prácticamente no tengo en absoluto. Y la pregunta es: ¿merece la pena seguir manteniendo algún contacto con ella o es mejor decirle que lo mejor es cortar toda relación, explicándole los motivos, o sea, que a pesar de lo feliz que me hace cuando estoy en su compañía, luego soy infeliz por no poder estar más a menudo con ella y por lo mal que lo paso al pensar que puede estar con otro y, si no lo estuviera, por lo mal que lo paso al pensar que antes o después eso ocurrirá?
Esto es lo que más me preocupa en la actualidad en cuanto a mi interacción social y no sé muy bien como explicarlo.
IV.
En cuanto a mi otra amistad, es un chico que tiene esquizofrenia. Amigo desde hace más de 20 años, aunque muy diferente a mí. La amistad se ha mantenido debido a las circunstancias. Poco a poco todos se han ido alejando con los años pero él se ha mantenido. Y creo que en su día, en mi primer brote fuerte, vio su oportunidad para abrirse más a mí respecto a su enfermedad y compartir nuestros padecimientos.
El problema con él es que, día tras día, durante todos estos años, su conversación es la misma. Siempre me cuenta las mismas cosas, los problemas con su padre, los problemas con su coche, los problemas con la gente en general (él también tiene bastantes problemas de interacción social, aunque de otro tipo) y sus delirios.
Yo he procurado, durante todos estos años, que cambiemos de conversación, pero con él es imposible. Hay épocas que las lleva mejor y tocamos otros temas, pero eso no suele durar. Y con frecuencia siento que es tóxico para mí. No estoy yo para sobrellevar sus problemas teniendo como tengo los míos. De hecho él normalmente no es capaz de escucharme. Está tan centrado en los suyos propios que le estoy hablando y de repente, en medio de mi comentario, se pone a hablar de lo suyo, y le diga lo que le diga no cambia la cosa. Habla y habla y habla y no escucha.
Sin embargo es la persona que más sabe de mí porque, claro, con tantos años de conversación, a veces si me escucha. Y me apoya cuando puede, a su manera, y me ayuda.
El tema es que: sólo hay dos personas en mi vida (aunque una de ellas este año no lo ha sido más que por whatsapp y ya ni eso), y por una parte pienso que debo cortar toda mi relación con ambas, porque me perjudican, pero por otra parte pienso que si hago eso ya no me queda nadie.
A veces pienso que me voy a volver loco con tanta soledad. ¿Qué pasará si tomo esta decisión de cortar mi relación con ellos y estoy aún más solo? ¿Merece la pena mantener estas relaciones a pesar de todo?
Habría mucho más que me gustaría contar, pero creo que ya esto es demasiado. Si alguien ha sido capaz de leer todo este rollo mío y quiere comentar algo, le estaré agradecido.
Lo mejor creo que será leerlo como si fuera un relato corto, si alguien lo lee.
Haré algunas subdivisiones para que sea más fácil leerlo.
I.
Yo vivo solo, no tengo ayuda de nadie y me tengo que apañar con todo yo solo como puedo. La enfermedad ha alejado a la gente de mí y me ha alejado a mí de la gente. Casi siempre prefiero estar solo, pero estar tantísimo tiempo sólo sé que no me viene bien. De hecho, me suelo sentir muy solo. Eso me pasa ahora aunque también me solía pasar cuando tenía más interacción social.
Actualmente me relaciono algo con 3 - 4 amigos y con mi familia (relación mínima).
De esos amigos, una chica que me ha animado a quedar con frecuencia en estos últimos años, pero yo me he alejado de ella porque me resultaba un esfuerzo grande quedar. Ella sabe poco de mi enfermedad. En tiempos le comenté que tengo fibromialgia y síndrome de fatiga crónica y le hablé algo, un poco de pasada, de los síntomas principales, pero dudo mucho que se haga una idea. La impresión mía es que creo que piensa que los síntomas se pueden manejar bien y que no es algo crónico. Es un encanto de chica pero no me suele apetecer quedar con ella.
Otro amigo es un poco negativo y siempre ha tenido problemas para escucharme en relación a mis problemas de salud. Lo considero muy buena persona a pesar de que cuando le hablaba de estos temas me solía cortar, cambiaba de conversación o incluso empezaba a marcharse. Yo lo veo como algo superior a sus fuerzas porque no lo soporta. Con el tiempo ha empezado a hacer esfuerzos por escucharme, aunque yo perdí un poco de confianza y como sé que lo pasa mal, procuro no sacar mucho el tema con él. Fuera de eso, siempre está dispuesto a ayudarme en cualquier cosa que puede e incluso me regala cosas que tiene y él no usa si ve que me hace falta. A este lo veo una vez cada mes - 2 meses aproximadamente. Normalmente me anima un poco su compañía, aunque a veces, con su negatividad, me he quedado peor.
Ahora vienen los otros 2, que son las dos relaciones más especiales que he tenido en los últimos años.
II.
Una chica, amiga de la anterior, que conocí a ambas en un curso hace unos 6 - 7 años. Mantuvimos la relación hasta que un año después tuve un fuerte brote y empezó también mi aislamiento. Esta me gustaba, mucho. Mi baja autoestima y timidez me impidió intentar algo con ella, pues parecía que yo también le gustaba. Un día se torcieron las cosas un poco. Por no alargar el tema diré que hubo un cambio en ella hacia mí. Creo que esperó algo de mi parte y como yo no hice nada se molestó y dejó de ser tan cariñosa y atenta conmigo. Yo, viendo que se alejaba, le acabé comentando que me gustaba, pero ya no tenía ninguna esperanza de conseguir nada. Así fue, pero eso hizo que de nuevo volviese a ser como antes conmigo. Eso sí, dejándome muy claro que no estaba interesada en mí.
Hubo un día, sin embargo, que me pareció que volvía (si es que alguna vez hubo esto) a interesarse en mí. Yo no supe qué hacer y lo dejé pasar, en base a las veces que me dijo que no estaba interesada en mí en ese sentido.
Luego tuve el brote. Me alejé de ella y de todos (excepto el chico que comentaré luego).
Al cabo de unos 4 años, ligeramente mejor, le volví a contactar. Empezamos a quedar. Ella estaba mal por una relación que tenía y veía que no la llevaba a ningún lado. Yo pensaba que lo que sentía por ella se me había pasado pero fue verla el primer día y vi que no. Quizá ahí debí cortar y no volver a quedar, pero volvimos a hacerlo. Siempre como amigos.
Al poco tiempo ella cortó con el novio. A partir de ahí estábamos siempre juntos. Nos dimos cuenta de que teníamos muchas, pero muchísimas cosas en común. Llegué a pensar que si yo hubiera sido mujer habría sido ella
La gente pensaba que éramos pareja. Y de hecho ella empezó a ser muy cariñosa conmigo y a hacer y decir cosas que me hicieron pensar que estaba empezando a sentir algo por mí. Intenté buscar las razones por las que eso podía no ser así pero no las encontraba. Entonces pensé que debía contarle más de lo mío. Para que os hagáis una idea, cuando quedábamos a tomar algo, ella se sentaba siempre colocando su silla junto a mí, pegada a mí. A partir del momento en que le conté el asunto se separó y a partir de ahí siempre ponía un banco entre medias de los dos con la excusa de poner ahí el bolso. Este es uno de los cambios que ví.
No obstante, a parte de eso, me comenzó a mostrar una amistad enorme. De hecho puedo decir que a lo largo de un año es la mejor amistad que he tenido nunca. Pero lo pasaba mal. Ella me daba muchísimo, me aportaba un extra de energía que tanto necesito, aportaba mucho humor a mi vida y me hacía feliz. Después de varios años en que incluso llegué a pensar seriamente en el suicidio, no estaba nada mal eso. Pero lo pasaba mal cuando ella se fijaba interesada en alguno. O cuando yo sospechaba que estaba intentando una relación con alguno. A veces era muy claro para mí esto.
Todo ello me hacía pensar si realmente me merecía la pena esta relación. Me daba mucho, pero también me hacía sentir triste por no poder tener lo que quería y ver que ella buscaba a otros. Creo que aguanté sopesando los pros y los contras. Es decir, me aportaba más positivo que negativo.
III.
Luego, tuve otro brote fuerte en el octubre pasado. Eso me ha dejado muy débil pero seguimos quedando, aunque menos, ya que yo no estaba para darme los paseos que me daba antes con ella. Si, en cambio, quedábamos para tomar café y para tomar algo por la noche los fines de semana y días de fiesta.
En diciembre empecé a sospechar que lo estaba intentando con alguien. Desde enero no hemos vuelto a quedar nada más que en dos ocasiones. Han ocurrido cosas que han influido, pero creo que lo que ha marcado el alejamiento ha sido una relación. Ha influido obviamente mi brote y ha influido una enfermedad repentina de su madre que acabó falleciendo. El contacto por whatsapp lo seguimos manteniendo todo el año hasta un tiempo después del fallecimiento de su madre. Yo me esforcé en mantener el contacto aunque ella ya se estaba alejando, pero no sabía si se alejaba por la relación esa o por la tristeza de la falta de su madre (ella era hija única y su padre falleció hace unos años), así que intenté mostrarle que estaba ahí por si me necesitaba. Viendo que no tenía tiempo de quedar conmigo cuando intenté quedar, y que ya pasó un tiempo de duelo, unos 3 meses o así, y que parecía estar mejor, decidí dejar de intentar mantener el contacto. Por whatsapp, ya digo. Y a partir de ahí el contacto se acabó. Muy pocas veces nos hemos vuelto a contactar.
Y ayer la ví. Fui a un parque a dar un paseo. Me senté a descansar y cuando me levanté para volver a casa vi que ella venía hacia mí. Me había visto y aunque no estaba segura de que era yo decidió venir a verme para asegurarse. Me acompañó a casa y quedamos en quedar algunas tardes a tomar algo.
Supongo que eso probablemente no ocurra, pero puede que sí. Yo le comenté como estaba actualmente y creo que se sorprendió de que esté tan mal. Hoy incluso ha vuelto a contactarme por whatsapp para darme los buenos días, cosa que antes hacía a diario y dejó de hacerlo.
El asunto es: ella me da extra de energía y me hace feliz, pero sobre todo ahora que no puedo tener una relación habitual con ella, luego la echo mucho de menos. No he dejado de hacerlo en este tiempo, pero pienso que el verla es peor. Me hará feliz un rato pero luego me aportará más tristeza por no poder estar con ella más a menudo.
Por otro lado, ayer, de vuelta a casa, tuve que sentarme un ratito más a descansar. En ese momento la llamaron por teléfono. Ella es una persona que, al menos conmigo, nunca cogía el teléfono a menos que fuera importante. En esta ocasión se notaba que no era importante. Se alejó para hablar y se notaba conversación distendida con sonrisas y tranquilidad. Yo no oía lo que decía pero veía que no había prisas por cortar. Siempre la tuvo las pocas veces que cogió el teléfono estando conmigo. Sospecho que pudo ser esa posible relación que creo que tiene. Puede que no lo sea. En todo caso me entristeció un poco pensar que podía ser así.
Después de casi 15 minutos decidí irme. Estaba ya cerca de casa y ella había quedado pronto, y como sólo me iba a acompañar hasta casa, vi la excusa perfecta para despedirme. Me gustó mucho verla y estar con ella pero estaba deseando estar en casa. Casi siempre que salgo estoy deseando volver a casa, esté con quien sea que esté. En este caso, deseaba más estar en casa porque ella no me prestaba atención debido a la llamada, y porque no tenía claro si quería estar con ella, por el dolor que supone después. Así que me levanté, me despedí y me fui. Enseguida ella me llamó la atención. Venía detrás mía porque quería acompañarme. Y quedamos en que me avisaría para quedar una tarde a tomar algo.
Mi gran preocupación es: Estoy muy muy solo y así es como me siento. No tengo relación habitual más que con una persona, de la que hablaré luego, una vez por semana aproximadamente, y no es una relación ideal ni mucho menos, aunque algo es algo.
Mi relación con esta chica que tanto me gusta es por un lado muy reconfortante porque me da un extra de energía, me hace reir, me aporta algo de felicidad y me aporta compañía. Compañía, algo que prácticamente no tengo en absoluto. Y la pregunta es: ¿merece la pena seguir manteniendo algún contacto con ella o es mejor decirle que lo mejor es cortar toda relación, explicándole los motivos, o sea, que a pesar de lo feliz que me hace cuando estoy en su compañía, luego soy infeliz por no poder estar más a menudo con ella y por lo mal que lo paso al pensar que puede estar con otro y, si no lo estuviera, por lo mal que lo paso al pensar que antes o después eso ocurrirá?
Esto es lo que más me preocupa en la actualidad en cuanto a mi interacción social y no sé muy bien como explicarlo.
IV.
En cuanto a mi otra amistad, es un chico que tiene esquizofrenia. Amigo desde hace más de 20 años, aunque muy diferente a mí. La amistad se ha mantenido debido a las circunstancias. Poco a poco todos se han ido alejando con los años pero él se ha mantenido. Y creo que en su día, en mi primer brote fuerte, vio su oportunidad para abrirse más a mí respecto a su enfermedad y compartir nuestros padecimientos.
El problema con él es que, día tras día, durante todos estos años, su conversación es la misma. Siempre me cuenta las mismas cosas, los problemas con su padre, los problemas con su coche, los problemas con la gente en general (él también tiene bastantes problemas de interacción social, aunque de otro tipo) y sus delirios.
Yo he procurado, durante todos estos años, que cambiemos de conversación, pero con él es imposible. Hay épocas que las lleva mejor y tocamos otros temas, pero eso no suele durar. Y con frecuencia siento que es tóxico para mí. No estoy yo para sobrellevar sus problemas teniendo como tengo los míos. De hecho él normalmente no es capaz de escucharme. Está tan centrado en los suyos propios que le estoy hablando y de repente, en medio de mi comentario, se pone a hablar de lo suyo, y le diga lo que le diga no cambia la cosa. Habla y habla y habla y no escucha.
Sin embargo es la persona que más sabe de mí porque, claro, con tantos años de conversación, a veces si me escucha. Y me apoya cuando puede, a su manera, y me ayuda.
El tema es que: sólo hay dos personas en mi vida (aunque una de ellas este año no lo ha sido más que por whatsapp y ya ni eso), y por una parte pienso que debo cortar toda mi relación con ambas, porque me perjudican, pero por otra parte pienso que si hago eso ya no me queda nadie.
A veces pienso que me voy a volver loco con tanta soledad. ¿Qué pasará si tomo esta decisión de cortar mi relación con ellos y estoy aún más solo? ¿Merece la pena mantener estas relaciones a pesar de todo?
Habría mucho más que me gustaría contar, pero creo que ya esto es demasiado. Si alguien ha sido capaz de leer todo este rollo mío y quiere comentar algo, le estaré agradecido.