Por partes, Pepa.
Por supuesto que me es de utilidad lo que me has dicho, y te lo digo sin ironía.
No sé qué precios habrás visto, pero mi madre encontró en Valencia una dentista que lo hace por unos 110€, que son 55 de quitar y 55 de ponerte otra cosa.
Por ejemplo, el último empaste que me pusieron, el cerámico de marras, me costó 250
eurones del ala, además, a traición, porque la individua en cuestión hizo primero, la preparación, y cuando yo creía que iba a pagar y salir con mi nuevo empaste
High performance, me entregó un presupuesto de tres sesiones, de las que sólo había hecho la primera. En ese momento, en parte por estar desbordado de trabajo y falto de tiempo, y por otras cuestiones que no vienen al caso, en vez de mandarla a paseo y acudir al dentista de consulta cutre al que hasta entonces había ido, tuve que tragarme la mala sangre y pasar por el aro. Realmente, ella perdió también, porque yo entonces ya tenía intención de írmelos cambiando poco a poco. Pero viendo sus modales y el resultado (tuve que ir dos veces a que me repasara porque notaba que no cerraba bien, y al año perdí ya una de las partes del empaste) abandoné la idea por completo.
No todos los metales son igual de tóxicos. Para empezar, existen los llamados metales pesados entre los que se encuentran el mercurio y el plomo.
Sí, pero como yo digo siempre, nada es simplemente "malo porque sí"
Hasta el vegano más estricto come alimentos que contienen tóxicos vegetales naturales. Si no fuera porque tenemos varias formas de eliminarlos del cuerpo no habría nadie vivo, y por mucho que los promotores de la agricultura biodinámica se empeñen en querer demostrar que sus productos son mejores que los "convencionales" o simplemente libres de pesticidas la realidad es que sus tomates contienen solanina tóxica, sus lechugas un opiáceo tóxico, y sus espinacas oxalato tóxico, igual que las demás.
¿Es más tóxico el mercurio que la solanina? Depende.
¿Es más tóxico el plomo que el cobre o el litio, o el berilio?
¿Es tóxico el gluten? Depende también.
La diferencia entre unos y otros no está sólo en la dosis aguda, sino en que muchos elementos, no sólo metales pesados, son inútiles para un ser vivo. Ni el mercurio ni el plomo cumplen función metabólica ninguna, pero tampoco lo hacen el litio o el berilio, y el cobre, que sí lo hace, es casi tan tóxico como el plomo.
Busca las tablas de toxicidad aguda, los valores DL50.
Y el arsénico, con una toxicidad aguda comparable al mercurio, con una toxicidad crónica poco conocida pero sospechada, ausente en el pescado marino pero presente en muchas aguas de zonas montañosas (concretamente, cerca de donde vivo, hace dos años, por culpa de la sequía, bastantes pueblos tuvieron que abastecerse con cubas, porque sus fuentes superaron el nivel considerado seguro) parece que a nadie le preocupa lo más mínimo.
Conclusión de mi parrafada: no sólo los metales llamados pesados son tóxicos, y ni siquiera lo son más que otros elementos ligeros. Si es cierto que a nosotros en particular el mercurio desprendido de las amalgamas nos afecta en mayor medida que al resto de la población, yo deseo que ello se sepa, igual que el posible efecto de su uso en vacunas.
Pero no me pondré a gritarle a quien me puso amalgamas, asesino ni envenenador, porque entiendo que con la información que él tenía no podía prever que me enfermaría.
Sobre el mercurio contenido en el pescado: las listas de seguimiento muestran un descenso sostenido de esos niveles desde hace 10 años, más o menos, desde que se empezó a alertar sobre el peligro de las pilas abandonadas, y se empezaron a recoger, también los fluorescentes y bombillas de bajo consumo aparte del resto de residuos.
Y sobre estas últimas, puedes tener la total seguridad de que mientras no se rompa el tubo, el mercurio que contienen no puede salir al exterior a través del cristal.
Y una, tampoco la única, de las razones de que se hayan prohibido los termómetros de mercurio ha sido por intoxicaciones provocadas al recoger el mercurio derramado con un aspirador. Eso provoca una concentración de micropartículas en el aire, que entran por vía respiratoria, la más peligrosa de todas, muy por encima de la digestiva y la dérmica.
Equivalente a la rotura simultánea de unas cuantas docenas de bombillas de bajo consumo.
Eso sí, ya que los que deberían ocuparse de devolverme la salud que perdí, o al menos hacerme la vida más llevadera, miran a otro lado cuando les reclamo lo que ya pagué por obligación, con todo esto que yo sé, más lo que tú me dices, intentaré encontrar la manera de mejorar por mi cuenta, y de paso, abrir sendero para el que venga detrás.
Y de momento lo dejo, porque hoy sí que noto bastante agotamiento sólo de pensar y escribir.